sábado, 20 de diciembre de 2008

¿Por qué el Swásthya Yôga es tan especial?

1. El Yôga Antiguo contiene los elementos que fundamentan todas las demás modalidades de Yôga. No hay ningún otro tipo de Yôga tan completo. En una práctica de Swásthya, el Yôga Antiguo, usted estará practicando Ásana Yôga, Rája Yôga, Bhakti Yôga, Karma Yôga, Jñána Yôga, Layá Yôga, Mantra Yôga y Tantra Yôga, así como los elementos constitutivos de las subdivisiones más modernas nacidas de esas ramas, tales como el Hatha Yôga, Kundaliní Yôga, Kriyá Yôga, Dhyána Yôga, Mahá Yôga, Suddha Rája Yôga, Ashtánga Yôga, Yôga Integral y muchos otros.
Pero atención: si bien el Yôga Antiguo (Swásthya) contiene en sí los elementos constitutivos de todos esos tipos de Yôga, no está formado por la combinación de aquellas ramas, pues se basa en una tradición mucho más ancestral, anterior a ellos.
2. El Yôga Antiguo tiene raíces sámkhyas. Por ser un Yôga extremadamente técnico, dinámico y que no adopta misticismo, agrada más a las personas dinámicas, realizadoras y de raciocinio lógico.
3. El Yôga Antiguo es tántrico. Eso significa que es un Yôga matriarcal, sensorial y desrepresor. Desrepresor significa que no prohíbe cosa alguna y que además contribuye a desreprimir. Orienta, pero no reprime. Sensorial significa que respeta y valoriza el cuerpo, su belleza, su salud, sus sentidos y su placer. Después, usted tiene libertad total. Puede comer lo que quiera, hacer lo que quiera e, inclusive, no hay prohibición de sexo. Sin embargo, hay consejos con relación a todo eso y usted los seguirá si le parece que debe. A medida que vaya perfeccionando sus hábitos de vida y cultivando costumbres más saludables, irá recibiendo del instructor las técnicas más avanzadas.
Ese respeto por la libertad del practicante ha sido una de las más atractivas características del Swásthya Yôga, pues va al encuentro de las aspiraciones de las personas y responde positivamente a las reivindicaciones de los adeptos de otras ramas restrictivas, que están insatisfechos con la represión impuesta por ellas.
4. Nuestra forma de ejecutar los ejercicios es diferente de las formas modernas de Yôga. En los últimos siglos se ha popularizado una manera pobre de hacer los ejercicios, estancos, separados unos de otros y repetitivos como en la gimnasia. El Swásthya Yôga se inspira en las líneas más antiguas y ejecuta los ásanas sincronizados armoniosamente, brotando unos de los otros mediante enlaces extremadamente bellos y que permiten la existencia de verdaderas coreografías de técnicas corporales, que ningún otro tipo de Yôga posee. Siempre que alguien asiste a la proyección de nuestros videos, la exclamación es constante: "¡Ah! ¿Entonces, el Yôga es así? ¡Pero eso es bellísimo! "
Las coreografías fueron reintroducidas por el Método DeRose en los años sesenta del siglo pasado. En las décadas siguientes, en varias partes del planeta, surgieron modalidades de ejecución que se inspiraron en el Yôga Antiguo (Swásthya Yôga). La mayoría reconoce la innegable influencia. Aunque no lo confesasen, bastaría comparar los métodos para percibir la clara influencia que ejercemos sobre sus interpretaciones originadas posteriormente.
Ocurrió, sin embargo, que no comprendiendo nuestro afán de rescatar un concepto de Yôga Antiguo con todo el brillo de su autenticidad milenaria, los que se basaron en el Swásthya para elaborar otras modalidades terminaron por dar origen a formas modernas que nada tienen que ver con nuestra propuesta. Vieron, pero no entendieron.
5. Finalmente, el Swásthya es el único Yôga en el mundo que tiene reglas generales, o sea, es el único que ofrece autosuficiencia al practicante. En otro tipo de Yôga el instructor tiene que enseñar técnica por técnica: cómo respirar, cuánto tiempo permanecer, cuántas veces repetir, dónde localizar la conciencia, etc. Si ese instructor enseña diez técnicas, su alumno no sabrá hacer una decimoprimera. En cambio, si utilizase las reglas generales, el practicante tendría la ventaja de no quedar atado al instructor ni depender de él. Si necesitara seguir solo, podría continuar perfeccionándose, pues, habiendo aprendido apenas diez técnicas con las reglas generales, podría desarrollar otras cien o mil y seguir evolucionando siempre. Las reglas generales confieren autonomía y libertad al sádhaka. Las reglas generales son otra contribución de la sistematización del Yôga Antiguo (Swásthya Yôga). Si ve que alguien usa reglas generales, puede tener la certeza de que trabó algún tipo de contacto con nuestro método, aunque lo niegue. Esta declaración será demostrada en el próximo capítulo.

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